En este artículo, exploraremos la experiencia de enfrentar la decisión de una amiga que está en el proceso de morir y ha elegido distanciarse. La comadrona especialista en el final de la vida, Alex Rosen, compartirá su perspectiva sobre cómo respetar y aceptar distintas decisiones en esta etapa tan delicada. Además, proporcionará consejos sobre cómo prepararse mentalmente para la muerte y apoyar a amigos y seres queridos durante este proceso.
Hablando sobre la muerte y la importancia de la aceptación
Es fundamental abrir espacios de diálogo con nuestros seres queridos sobre cómo infundir una sensación de liviandad y belleza a la experiencia desconocida e incierta de la muerte. Estas conversaciones pueden ayudar a crear una sensación de calma y contento en quienes están enfrentando el final de sus vidas. También es importante ayudar a los seres queridos a hacer las paces con ciertas cosas inacabadas en sus vidas y brindarles la oportunidad de hablar si así lo desean. En caso de que no estén listos para hacerlo, se puede crear un ritual simbólico para que puedan dejar ir esos asuntos pendientes.
Respetando las decisiones individuales
Es crucial comprender que no existe una manera «correcta» de enfrentar la muerte. Cada persona que está muriendo tiene derecho a establecer sus propios límites y preferencias para sus últimos días. Algunos pueden optar por permitir la presencia de sus seres queridos, mientras que otros pueden preferir no tener comunicación con el mundo externo. Es importante recordar que la decisión de alejarse o distanciarse no significa que no se quiera o que no se valore a las personas cercanas. Como cuidadores o amigos, debemos erradicar la culpa y encontrar formas de honrar a aquellos que están muriendo al vivir cada día plenamente y estar presentes con nuestros seres queridos.
La experiencia personal de enfrentar la distancia
«Recibí un mensaje de texto que cambió mi vida mientras estaba en el otro extremo del mundo. Era una amiga que me informaba que Karla, una amiga en común, estaba en proceso de morir y le quedaban solo unos pocos días de vida. La noticia fue devastadora, especialmente porque había hablado con Karla hacía poco tiempo y celebramos juntas su supuesta curación del cáncer. Sin embargo, rápidamente me di cuenta de que la muerte es impredecible y puede tomar giros inesperados.»
«Mi relación con Karla no era la más cercana, pero siempre mantuvimos una conexión especial a pesar de la distancia física. Habíamos compartido momentos en el pasado y planeado actividades juntas. Sin embargo, en los últimos años, nuestras vidas tomaron caminos diferentes, y a pesar de no vernos con frecuencia, cada vez que hablábamos, retomábamos la conversación como si la distancia no existiera. Eso era lo que Karla representaba para mí: una amiga con la que podía retomar donde lo dejamos, sin importar el tiempo transcurrido.»
Enfrentando la culpa y la angustia:» La noticia de la muerte de Karla me llenó de una mezcla de emociones: tristeza, dolor, incredulidad y también una sensación de culpa. Me sentí culpable por no haber estado más presente en su vida durante sus últimos años, por no haber compartido más momentos juntas y por no haberle dicho lo mucho que significaba para mí. Esta culpa me acompañó durante todo el proceso de enfrentar su decisión de distanciarse.»
«Sin embargo, a medida que reflexionaba y buscaba apoyo, comprendí que la culpa no era constructiva ni beneficiosa para ninguna de las partes involucradas. Aceptar la decisión de Karla de distanciarse era una forma de respetar sus deseos y permitirle vivir sus últimos días como ella lo eligiera. Acepté que mi papel era ofrecerle amor, apoyo y estar disponible si decidía acercarse, pero también respetar su necesidad de privacidad y espacio.»
Preparándose mentalmente para la muerte
Enfrentar la muerte de un ser querido o acompañar a alguien en su proceso de morir es una experiencia desafiante. Para prepararse mentalmente, es importante:
- Aceptar la realidad: Reconocer que la muerte es inevitable y que es parte natural de la vida. Aceptar esta realidad puede ayudar a reducir el miedo y la resistencia.
- Cultivar la compasión: Practicar la compasión hacia uno mismo y hacia los demás. Reconocer que cada persona tiene su propio camino y que no hay una forma «correcta» de enfrentar la muerte.
- Buscar apoyo: Compartir tus sentimientos y preocupaciones con amigos, familiares o profesionales de la salud mental puede ser de gran ayuda. El apoyo emocional puede brindarte consuelo y perspectivas adicionales.
- Vivir en el presente: Centrarte en el presente y apreciar los momentos compartidos con tu ser querido. Aprovechar el tiempo que aún tienes juntos y crear recuerdos significativos.
Apoyando a amigos y seres queridos
Cuando un amigo o ser querido está en el proceso de morir y ha decidido distanciarse, es importante ofrecer apoyo de la manera que puedas. Aquí hay algunas formas de hacerlo:
- Respetar sus decisiones: Acepta y respeta las decisiones que tome tu amigo o ser querido con respecto a su proceso de morir. No trates de persuadirlo o hacerlo sentir culpable por su elección.
- Estar disponible: Hazle saber que estás allí para él/ella si en algún momento necesita hablar, compartir o simplemente estar en silencio contigo. Mantén abiertas las líneas de comunicación, pero respeta su necesidad de distancia si así lo desea.
- Honrar su vida: Celebra los momentos compartidos y los recuerdos que has creado juntos. Puedes organizar un encuentro simbólico o realizar un acto de despedida que refleje la importancia de su amistad.
- Brindar apoyo práctico: Si es apropiado y necesario, ofrece ayuda práctica, como coordinar cuidados médicos, hacer arreglos logísticos o proporcionar recursos útiles.
Enfrentar la decisión de un ser querido de distanciarse mientras enfrenta su propia muerte es un desafío emocional significativo. Es fundamental comprender que cada persona tiene su propia forma de lidiar con la muerte y respetar sus decisiones. Buscar apoyo emocional, cultivar la compasión y vivir en el presente pueden ser herramientas útiles para enfrentar este difícil proceso.
