Ir al contenido
El perfil del contratante de seguros de vida en España ha evolucionado ligeramente en los últimos años. Según el último estudio de ICEA sobre las características socioeconómicas y demográficas de los compradores de seguros de vida, el año 2024 muestra una tendencia clara hacia un segmento de edad predominante: entre los 45 y 54 años, que representan un 27,6% del total de contrataciones.
Además, el informe indica que el 55,7% de quienes contratan este tipo de seguros son varones. El estado civil mayoritario entre los asegurados es el de casado, con un 47,1%, y la mayoría reside en capitales de provincia, con un 29,7% del total.
Características principales del seguro de vida contratado
En cuanto al tipo de seguro, la mayoría de los clientes opta por seguros de riesgo (vida riesgo), con un capital asegurado medio de 53.294 euros. Asimismo, la duración habitual del contrato es de menos de cuatro años, algo que ocurre en el 70,8% de los casos.
Comparativa con años anteriores
La evolución de los últimos años muestra una ligera disminución en el porcentaje de asegurados entre 45 y 54 años respecto a 2023 (cuando representaban el 28,3%), aunque siguen siendo el grupo predominante. También se mantiene estable el porcentaje de jóvenes menores de 25 años, que solo representan un 4,2% del total.
¿Encajas tú en este perfil? Compruébalo con nuestro comparador
Si estás pensando en contratar un seguro de vida, es útil conocer qué tipo de seguros están eligiendo otros usuarios con un perfil similar al tuyo. Con nuestro comparador de seguros de vida puedes analizar las opciones más interesantes del mercado y obtener una propuesta personalizada al instante.
Y si tienes una hipoteca, también puedes usar nuestro simulador de seguro de vida para hipoteca, con el que puedes calcular cuánto pagarías fuera del banco y cuánto podrías ahorrar cada año.
Conclusión
El perfil del comprador de seguros de vida en España en 2024 sigue estando marcado por la búsqueda de seguridad en una etapa madura de la vida. Conocer estos datos permite a las aseguradoras diseñar productos más ajustados a las necesidades reales de los usuarios y a los consumidores elegir con más información y mayor capacidad de comparación.
