Por extraño que parezca, en la actualidad se dan muchos casos de personas que no estaban al tanto de que son beneficiarios de un seguro de vida.
Casi 246.000 personas descubrieron en 2021 la existencia de un seguro de vida contratado por un familiar fallecido y del que podrían ser beneficiarios, lo que supone un incremento del 2,46 % respecto al año anterior.
Los datos han sido facilitados a EFE por el Ministerio de Justicia, que creó en 2007 el Registro de Contratos de Seguros de Cobertura de Fallecimiento con el objetivo de evitar que estas pólizas queden sin cobrar por desconocimiento de los beneficiarios.
CRECEN LAS PETICIONES DE INFORMACIÓN AL REGISTRO
Desde entonces han consultado el registro unos 5,5 millones de personas, 523.446 sólo el año pasado, cuando se recibieron unas 6.500 peticiones más que el año anterior.
Fruto de estas consultas, el registro emitió 314.777 certificados con o sin contrato de seguro de vida asociado, y las gerencias territoriales de toda España, 176.453 certificados.
Los certificados emitidos por el registro respondían a solicitudes de información enviadas por vía telemática, por vía electrónica o por la aplicación del notariado; o bien por correo postal o de oficio, por otras Administraciones.
A todos ellos habría que sumar los certificados emitidos presencialmente a solicitud ciudadana por las gerencias territoriales y por la Oficina Central de Atención al Ciudadano, que envió casi 30.000.
Además de los certificados, también se emitieron 2.317 notas informativas, que son la respuesta a una petición de información en vida del asegurado, por ejemplo cuando una persona quiere saber si las pólizas que tiene contratadas figuran en el registro.
Esa cantidad fue casi la mitad que en 2020, el año de la pandemia.
De los 314.777 certificados emitidos por el registro, 144.878 obtuvieron un resultado positivo, es decir, la persona fallecida tenía un seguro de vida, en tanto que en otras 169.899 consultas el resultado fue negativo.
Por su parte, las gerencias territoriales expidieron 86.890 informes con resultado positivo y la Oficina de Atención al ciudadano, 13.957.
¿QUIÉN PUEDE PEDIR UN CERTIFICADO?
El acceso al Registro para pedir estos certificados sólo puede realizarse una vez fallecido el asegurado, previa acreditación de tal circunstancia, y siempre que hayan transcurrido quince días desde la fecha de defunción.
Tras adjuntar el certificado de defunción, rellenar la solicitud y pagar una tasa de 3,78 euros, el registro emite una certificación donde constan, si existen, los seguros que correspondan.
Con ella, el interesado podrá acudir a las compañías aseguradoras para saber si es el beneficiario de la póliza en cuestión.
Y es que puede ocurrir que efectivamente exista un seguro de vida pero el familiar que hace la consulta no sea el beneficiario y, en esos casos, la aseguradora no está obligada a revelar la identidad de la persona que tiene derecho a cobrarlo.
El certificado se puede solicitar por correo, por internet o acudiendo personalmente a la sede central del registro en Madrid o a las gerencias territoriales del Ministerio de Justicia, entre otras posibilidades.
Los datos están disponibles durante los cinco años siguientes al deceso y se refieren solo a los seguros de vida y a los de accidentes en los que se cubra la contingencia de fallecimiento, con lo que no incluyen planes de pensiones ni otros productos de ahorro.
LOS NOTARIOS EMITIERON 123.773 CERTIFICADOS
De las peticiones recibidas en 2021, que incluyen notas y certificados, 123.773 procedían de las notarías, que están obligadas a informar de oficio cada vez que tramitan una herencia, y que emitieron el mismo número de certificados, de los que 42.447 tenían asociada alguna póliza.
A la sede electrónica (telemática) del Registro llegaron otras 185.894 peticiones, y en 100.139 existía algún seguro de vida.
La Oficina Central de Atención al Ciudadano, en Madrid, tramitó casi 30.000 solicitudes de información, entre certificados (29.899) y notas (95), de los cuales 13.957 certificados y 74 notas eran positivos.
Por último, en las sedes territoriales del resto de España se realizaron 176.932 consultas y se emitieron 176.453 certificados, de los que 86.890 obtuvieron un resultado positivo.
La sede del registro de La Rioja fue un año más la que recibió más solicitudes de toda España, 22.219; y también la que emitió más certificados, 22.106, de los que 13.941 fueron positivos.
A continuación se situó la oficina de Barcelona, con 18.402 solicitudes y 18.372 certificados, de los que 10.139 tenían contratos asociados.
En tercera posición se situó la sede territorial de Vizcaya, con 16.724 peticiones y 16.691 certificados, 7.139 de ellos con contratos.
Fuente: www.cope.es