En abril, la firma de préstamos hipotecarios sobre viviendas experimentó un descenso del 18,3% en comparación con el mismo mes del año pasado, alcanzando el nivel más bajo desde diciembre de 2020. Esto ha sido impulsado por el aumento de los tipos de interés, que ha generado una clara desaceleración en el mercado de financiación. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran una caída mayor que en meses anteriores, con una disminución del 15,7% en marzo y del 2% en febrero.
Los expertos pronostican que esta tendencia a la baja continuará debido al endurecimiento del crédito por parte de las entidades financieras y al aumento significativo del índice Euríbor, lo cual afecta la demanda. En los últimos doce meses, el tipo de interés medio para las hipotecas destinadas a la adquisición de viviendas se ha incrementado en 1,32 puntos porcentuales, superando ya el 3%, concretamente llegando al 3,09%, el nivel más alto desde abril de 2017. Hace solo tres meses, estaba en 2,65%. El plazo medio de las hipotecas es de 24 años.
En cuanto a la distribución de los préstamos, las hipotecas a tipo variable continúan ganando terreno frente a las de tipo fijo, representando el 38,7% del total, el porcentaje más alto desde abril de 2021. El 61,3% de los préstamos sobre viviendas se constituyeron a tipo fijo, una disminución de 14,1 puntos porcentuales en comparación con julio de 2022, cuando alcanzaron su máximo del 75,4%. Los intereses iniciales promedio fueron del 2,78% para las hipotecas variables y del 3,29% para las de tipo fijo.
El incremento de los tipos de interés está generando un impacto negativo en las familias, según la Asociación Española de Consumidores. El aumento en los pagos de las hipotecas y el efecto en la concesión de nuevos préstamos hipotecarios están dificultando aún más las condiciones económicas de los hogares españoles.
Los analistas económicos, como Marta Pérez Amigot de Ibercaja, anticipan que 2023 consolidará la tendencia a la baja en la concesión de hipotecas en comparación con 2022. Aunque el sistema financiero tiene la capacidad de otorgar crédito, la desaceleración económica actual y el aumento de los tipos de interés indican una menor demanda por parte de los hogares.
En resumen, el incremento de los tipos de interés ha llevado a un descenso en la firma de hipotecas, afectando la demanda y encareciendo la financiación, lo cual se refleja en las últimas estadísticas del mercado inmobiliario.