El plazo para presentar la declaración de la Renta 2022 está llegando a su fin, y si eres autónomo, es probable que tengas la obligación de rendir cuentas con Hacienda. Si aún no has realizado tu declaración y te sientes perdido, no te preocupes, porque existen profesionales dispuestos a guiarte e incluso complementar tu documento. La Agencia Tributaria ofrece asistencia a sus contribuyentes, solo tienes que solicitar cita previa antes del 29 de junio, ya sea por teléfono, a través de su página web o de su aplicación móvil. Además, por primera vez, cuentan con un asistente virtual para resolver las dudas más comunes.
Existen algunos casos en los que no se confeccionarán declaraciones, como cuando las rentas de trabajo superan los 65.000 euros, el capital mobiliario supera los 15.000 euros, ha habido arrendamiento de inmuebles y alquileres turísticos con plataforma, o se ha realizado la transmisión de bienes por herencia o donación.
Si decides hacer la declaración por tu cuenta, te recomendamos que, en primer lugar, organices todos los datos de tu negocio y elabores una lista con los gastos que son deducibles, para obtener el resultado más favorable posible. Puedes solicitar un borrador a Hacienda y verificar todas las cifras.
A continuación, te presentamos los puntos más importantes que debes tener en cuenta:
- Novedades: Este año, los cambios se centran en paliar el impacto de la sequía y el aumento de los costes. El Gobierno ha decidido elevar del 5% al 15% la reducción del rendimiento neto en módulos para el ejercicio 2022, y hasta el 10% para 2023, para los autónomos que opten por el método de estimación objetiva del IRPF. Para las actividades agrícolas y ganaderas, la minoración será del 35% para la adquisición de gasóleo agrícola y del 15% del coste de fertilizantes.
- Cotizaciones: Se pueden deducir completamente las cuotas pagadas al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social durante el año, así como las cotizaciones de los empleados y sus nóminas si los tienes a tu cargo.
- Actividad: Los gastos como el uso del teléfono, del coche, la compra de material de oficina, los viajes en avión o taxi, o el alquiler de un local pueden ser deducibles, siempre y cuando estén debidamente justificados con facturas a nombre del autónomo. Además, es importante que aparezcan como anotaciones en el registro de ingresos y gastos, y se pueda demostrar que han sido necesarios para el negocio.
- Gestoría y asesoría: Los gastos destinados a la gestión y el asesoramiento fiscal, laboral y legal pueden deducirse en su totalidad.
- Finanzas: Los intereses de préstamos y créditos solicitados para el negocio, así como las amortizaciones de inversiones, pueden ser deducibles.
- Profesión: El pago a colegios y asociaciones profesionales también es deducible en su totalidad.
Además de estos aspectos, también existen opciones para deducir ciertos seguros:
- Seguro médico: Se puede incluir en la declaración, aunque no esté directamente relacionado con el trabajo realizado. Los seguros de salud son deducibles, con un límite de 500 euros para las primas pagadas al año. También se puede aplicar este límite a cónyuges e hijos menores de 25 años (500 euros cada uno). En el caso de que alguno de ellos tenga una discapacidad reconocida, el límite se amplía hasta 1.500 euros.
- Seguro de responsabilidad civil: La cuota íntegra de las pólizas de seguros relacionadas con la protección del autónomo durante su trabajo profesional puede ser deducible.
- Seguro de hogar: Si trabajas desde casa y utilizas una parte de tu vivienda para tu actividad profesional, podrás deducir la proporción correspondiente de la cuota del seguro de hogar.
Recuerda que es fundamental contar con el asesoramiento de un profesional para asegurarte de que aplicas correctamente todas las deducciones que te corresponden y evitar posibles errores o inconvenientes con Hacienda. Tu negocio es el sustento de tu futuro, así que asegúrate de obtener la mejor ayuda profesional para tu empresa.
