Durante el próximo año, 77 personas que trabajan en esta sucursal del banco español Santander en Reading serán despedidas. La compañía dice que los recortes afectan solo a los equipos del centro de atención al cliente y no espera que el servicio al cliente se resienta.
READING, PA .- ¿Son los recortes de personal y cierre de oficinas de bancos un reflejo de la situación económica
«Por ejemplo, McDonald ‘s, no ves a persona atendiendote cara a cara, por tanto este patrón está ocurriendo también en la banca. No necesitan gente para atender personalmente a los clientes», asegura el profesor de economía Farhad Saboori del Albright College.
Estos despidos forman parte de la estrategia del banco español de cerrar el 25% de su red física en EE.UU. para aumentar las ventas digitales, asegura la entidad ibérica. Advierte, además, de que vienen más despidos.
El banco Santander actualmente cuenta con un millón de clientes digitales sobre un total de 4,5 millones en nuestro país.
El año pasado, el Santander dejó de vender hipotecas. Una medida que, por cierto, dejó en la calle a 53 empleados en una sucursal del condado de Montgomery.
Su intención, asegura, es reducir de 300 a 20 el número de productos que ofrece actualmente, una tendencia que no solo se da en el Santander sino que en muchos otros bancos los que les sigue la estela.
Además de esto, el profesor de economía subraya que muchos bancos están adaptándose a los cambios que ya numerosas cadenas de comida rápida han venido implementando desde hace rato como la de reducir el personal en ventanilla.
«La crisis financiera es muy difícil de predecir. Es el resultado de las burbujas de activos, y nadie en economía ha podido averiguar por qué el valor de algunos activos aumenta significativamente, por encima de su valor subyacente, hasta que sea demasiado tarde», añade.
Saboori nos cuenta también que no pierde detalle de lo que sucede en EE.UU. por si llegáramos a caer en recesión, algo que muchos ya han pronosticado.
Y se siente muy optimista por si esto sucediera asegurando que «he visto lo suficiente como para decir que esta economía tiene la capacidad de recibir muchos golpes y volver a la normalidad como si nada».