Las incesables subidas del euríbor siguen provocando subidas en los tipos de las hipotecas variables, llegando a niveles de 2012.
El euríbor a 12 meses, clave para el cálculo de la mayoría de hipotecas variables en España, sigue subiendo sin descanso y ya supera el 0,6% en tasa diaria. En los diez días que van de junio se ha disparado 29 puntos básicos. En concreto, hoy marca el 0,68%, niveles no vistos desde octubre de 2012, y sitúa la media provisional del mes en el 0,537% frente al -0,484% de hace justo un año. Así, los préstamos variables en revisión subirán considerablemente: podrían encarecerse entre 600 y 1.800 euros anuales dependiendo del importe.
Según el presidente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), Santos González, una subida del euríbor de aproximadamente un punto porcentual en el conjunto del año supondría un incremento de entre el 10% y el 12% de la cuota mensual de una hipoteca media de unos 150.000 euros. Esto se traduciría en un aumento de casi 70 euros al mes y de más de 800 euros al año. Si el capital pendiente es de 300.000 euros, la cuota subiría 139 euros al mes o 1.600 euros al año.
El euríbor se ha disparado ante el inminente alza de los tipos de interés en la zona euro. El BCE confirmó ayer que llevará a cabo una subida de 25 puntos básicos en julio, el primer movimiento al alza en más de una década, para poner freno a la elevada inflación, y abrió la puerta a subidas más pronunciadas, del 0,5%, en el futuro. El anuncio provocó que se dispararan las rentabilidades de la deuda. El bono español a dos años subió 20 puntos básicos de golpe, del 0,95% al 1,16%.
El organismo adelantó una segunda subida en septiembre, aunque sin detallar de cuánto será. A partir de ahí, la autoridad monetaria anticipó que se producirá una senda «gradual» de incrementos en los tipos de interés con el objetivo de reconducir la inflación hasta una tasa del 2% a medio plazo. La mayoría de bancos centrales del mundo ya ha subido este año el precio del dinero, y algunos como la Reserva Federal (Fed) de EE UU o el Banco de Inglaterra lo han hecho en varias ocasiones.
«La alta inflación está precipitando la actuación de los bancos centrales. Además, la guerra de Ucrania continúa generando una gran incertidumbre sobre la evolución del mercado de materias primas», señala Joaquín Robles, analista de XTB, que apunta que «los grandes ganadores de esta situación serán las entidades bancarias, que verán cómo todo el capital pendiente de préstamos hipotecarios referenciados a tipo variable tiene un incremento de su rentabilidad y, por tanto, genera unos mayores beneficios».
Los perjudicados serán los tenedores de hipotecas variables. Sin embargo, hace unos días, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, estimó que el impacto que tendrá la subida del euríbor en las hipotecas de los ciudadanos españoles será «relativamente limitado». A su juicio, se debe tener en cuenta que, pese a la tendencia alcista que registra desde mediados de febrero, el euríbor se sitúa actualmente en niveles «históricamente bajos», a lo que hay que añadir que los préstamos a tipo fijo han ganado peso en el mercado hipotecario español y que los indicadores de esfuerzo hipotecario están también en niveles mínimos. Así, cree que el impacto que pueda tener en las hipotecas de los ciudadanos españoles quedará diluido por las características del mercado hipotecario español.
El euríbor es un indicador del coste de financiación de las entidades bancarias y determina cuáles van a ser los precios de los préstamos, especialmente de los hipotecarios a tipo variable. Entró en vigor el 1 de enero de 1999 y alcanzó su máximo en octubre de 2008, cuando se situó en el 5,5%. A partir de 2016, el mercado vivió una situación anómala de tipos en negativo que llevaron al indicador a cotizar por debajo del umbral de cero. El mínimo histórico lo registró en diciembre de 2021, en el -0,518%. Ahora, el escenario ha empezado a cambiar con el anuncio de una normalización de la política monetaria. Así, en abril regresó al terreno positivo por primera vez en más de seis años y ahora va camino del 1%.
Calviño apuntó que el indicador está significativamente por debajo de su media histórica, que se sitúa en el 1,8%, y los analistas prevén que «ronde el 1% a finales de 2023». No obstante, los pronósticos de muchos expertos se están quedando cortos. El departamento de análisis de Bankinter estimaba que el euríbor acabara este año en el 0,4%, un nivel que ya ha dejado atrás. Victoria Torre, de Singular Bank, apunta que «la dispersión en las estimaciones es muy significativa» y hay quien considera que el euríbor acabará el año entorno al 1% y quien incluso lo ve en el 2%.
Este entorno está propiciando que más de la mitad (el 72,7%) de las hipotecas se firmen actualmente a tipo fijo, a pesar de que algunos precios ya superan el 3% TAE. Sin embargo, la mayor parte de las hipotecas constituidas, cerca de cuatro millones, siguen siendo a tipo variable. Luis Alberto Iglesias, de Value School, cree que ante el alza del euríbor «lo más prudente para quienes estén considerando contratar una hipoteca es hacerlo a tipo fijo, cubriéndose así ante las previsibles subidas que iremos viendo a lo largo de los próximos doce meses».
Fuente: cincodias.elpais.com