Según la agencia de calificación crediticia Axesor Rating, el próximo año será incierto y con peores resultados.
En sus perspectivas, Axesor Rating prevé que 2022 sea un punto de inflexión para la banca española. El ejercicio estará marcado por la incertidumbre, el repunte de la morosidad y las todavía bajas rentabilidades. Además, BBVA y Sabadell están en el punto de mira por posibles fusiones.
Pese a que las moratorias aprobadas para los préstamos ordinarios se han comportado mejor de lo esperado, la agencia europea de calificación crediticia advierte del «peor comportamiento» en el caso de las líneas de avales ICO COVID-19 -que hasta noviembre había proporcionado financiación por valor de 121.921,9 millones de euros a autónomos, micropymes, pymes y grandes empresas-. A este respecto, se espera un “repunte de los impagos” al finalizar los periodos de carencia especialmente en las empresas de los sectores relacionados con el turismo y la hostelería que, además, se ven de nuevo dañados por las limitaciones que tanto Gobierno central como comunidades autónomas y Ayuntamientos están imponiendo tras la irrupción de la sexta ola de la pandemia.
No obstante, desde Axesor Rating, consideran «probable» una nueva ampliación de dichos periodos de carencia. «Tanto los bancos como el Estado tienen incentivos suficientes para extender los periodos de carencia de los créditos ICO. Los bancos para evitar el señalamiento del deterioro de sus activos y el Estado para evitar el incremento del déficit público», explica Luis Javier Fernández Orasio, CFA – senior analyst de Axesor Rating.
En términos de rentabilidad, si bien se esperan rentabilidades superiores al pasado ejercicio debido, por un lado, a los mayores ingresos y, por otro a los menores costes esperados, estas continuarán en niveles bajos por debajo del coste de capital. En este sentido, Fernández Orasio señala que la banca deberá hacer frente a un entorno negativo en términos de tipos de interés que se verá parcialmente compensado por el mayor volumen de operaciones financiadas por los Fondos Europeos, así como por la mejora de la partida correspondiente a las comisiones. «Es previsible que las entidades trasladen bolsas de ahorro acumulado durante la pandemia a inversiones (fondos), lo que incrementará los ingresos por la vía de las comisiones». Además, durante 2022 «la banca seguirá ahondando en la política de ahorro de costes y la transformación digital».
Para 2022, se espera, también, que los niveles de capitalización se normalicen y que la solvencia de la banca española se mantenga estable, dando continuidad a la política de dividendos y los programas de recompra de acciones iniciados en 2021.
Por otra parte, desde Axesor Rating, ven factible que se produzcan nuevas fusiones y adquisiciones. BBVA y Banco Sabadell se encuentran entre los principales actores de los posibles movimientos de integración que se puedan producir a lo largo de 2022. En primer lugar, por el aún exceso de capital de BBVA, tras la venta de su filial de Estados Unidos. En segundo, por el peso de los emergentes en el balance de la entidad -tres cuartas partes de los beneficios proceden de estos mercados- lo que está siendo cuestionado por el mercado. Con respecto a Banco Sabadell, aunque su plan estratégico está dando buenos resultados, los test de estrés de capital han demostrado cierta debilidad en la entidad. «Es por ello, por lo que vemos probable incluso la posibilidad de que ambos bancos retomen las conversaciones para una fusión de estas entidades a lo largo del ejercicio», apuntan desde Axesor Rating.
ESG Y REGULACIÓN
Otro de los factores determinantes el próximo año serán las políticas de ESG (Environmental, Social and Governance), ya que 2022 será el ejercicio en el que se realicen los primeros ‘test de estrés climáticos’ al sector financiero. Con ello, se colocará a los bancos en un ranking de exposición a riesgos ESG a futuro que determinará las tareas a afrontar por cada uno de ellos para reducir dicha exposición y marcará la confianza de los accionistas, inversores y clientes.
En cuanto a la regulación, clave en los últimos años, 2022 será «un ejercicio de transición, por lo que no habrá grandes impactos en la banca española que sólo tendrá que adaptarse a los cambios derivados del entorno económico y sanitario», apuntó Fernández Orasio.
Fuente: www.bolsamania.com