Las nuevas hipotecas se comercializan con un diferencial por debajo del 1% y mete más presión a los bancos
El consejero delegado de Banc Sabadell, Jaime Guardiola, pidió sensatez a sus colegas a una posible reactivación de la guerra hipotecaria puesto que “los márgenes ya están muy ajustados”.
Oliu se refería a la reactivación de la oferta hipotecaria desde Santander, fomentando la subrogación, pero también con el lanzamiento de una hipoteca cien por cien ‘online’ y con un diferencial todavía aún más bajo que sus inmediatos competidores: un 0,79%.
Para tipo fijo, la oferta se sitúa en el 1,50%. Javier Mezcua, experto en finanzas de HelpMyCash, señala que “el interés de las hipotecas fijas para compra se mantiene en mínimos históricos. Podemos encontrar, por ejemplo, créditos por debajo del 1,50% a 20 años o del 1,75% a 30 años”.
El euríbor de julio prolongará el reinado de las hipotecas gratis
Así, a tipo variable, una de las más competitivas es la Hipoteca Santander, con un diferencial del 0,79% sobre el euríbor, pero con la obligación de contratar seis productos para beneficiarse de este diferencial.
Por debajo del nivel psicológico del 1% está también la hipoteca de Kutxabank, con un diferencial del 0,89% y tan sólo tres productos vinculados.
La apuesta fuerte la tiene Bankia, con una hipoteca variable al 0,99% y solo con la obligación de vincular la nómina.
Las nuevas hipotecas se comercializan con diferenciales por debajo del 1%
En el terreno de las hipotecas a tipo fijo la partida, de momento, la gana también Santander, con tipo de interés del 1,45%, pero en la batalla entra con fuerza Coinc, con un interés del 1,59% y sin ninguna vinculación, ni siquiera la domiciliación de nómina.
Kutxabank también mantiene fuerte la apuesta por este tipo de productos con un interés del 1,60%, mientras que Openbank ofrece un interés del 1,79%. Estos intereses con calculados para un periodo de 10 años, que van aumentando a medida que sube el plazo de tiempo.
Mal momento para la banca
Pero, ¿por qué lanza este mensaje Oliu? Precisamente porque la banca no está atravesando su mejor momento. Sólo en el primer semestre de 2020 se vio obligada a incrementar sus provisiones por la crisis provocada por la pandemia de coronavirus en casi un 50% rozando los 8.000 millones de euros.
Además, las cuentas de la primera parte del año de las principales entidades financiera se vieron golpeadas por la crisis. Así, Santander registró por primera vez unas pérdidas históricas de 10.798 millones de euros.
BBVA también se anotó unos números rojos de 1.157 millones de euros. Por su parte, Bankia no registró pérdidas, pero su beneficio cayó un 64% hasta los 142 millones de euros.
En la misma línea se redujo el beneficio de Bankinter, un 65%, hasta casi los 200 millones de euros, mientras que el desplome de las ganancias de Sabadell también es histórico: un 75%.
Euríbor y margen de intereses
Pero no sólo esto. Además de las turbulencias provocadas en el negocio por la pandemia, también tiene un impacto en negativo la evolución del euríbor.
El índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas lleva cuatro años en negativo. En concreto, desde febrero de 2016, un mes ante de que el Banco Central Europeo (BCE) colocara los tipos oficiales de la eurozona en el 0%.
En junio de 2020 el euríbor cerró en el -0,276% provocando que las hipotecas más baratas, aquellas que se firmaron antes del estallido de la crisis financiera, sigan sin abonar intereses. Nos referimos a las que comercializaron Deutsche Bank, con un diferencial del 0,18%, Caja Madrid y BBK con diferenciales del 0,25%.
El euríbor lleva cuatro años en negativo
Además, el euríbor diario acabó junio perforando niveles. El índice marcó durante toda la última semana de julio tasas del -0,32%, lo que anticipa que agosto volverá a marcar un nuevo mínimo y abaratará las hipotecas.
Esto golpea de lleno en el margen de intereses de la banca no sólo por las antiguas hipotecas que se firmaron durante los años previos al estallido de la anterior crisis financiera, si no que las hipotecas nuevas se firman con diferenciales por debajo del 1% a interés variable y al 1,50% a interés fijo.
De esta manera, el margen de beneficio queda reducido.
Los intentos por parte de la banca de compensarlos con una hipotecas a tipo fijo, tampoco son la solución, puesto que con el euríbor en negativo las ofertas tienen que ser muy competitivas, que compense al cliente bancario pagar esos intereses de más.
En ese sentido, Estefanía González, portavoz de finanzas personales de Kelisto, insiste en que “con el actual panorama de tipos bajos y un cliente que mira el riesgo ahora más que nunca, las hipotecas fijas son (y seguirán siendo) la apuesta firme de los bancos”.
Fuente: finanzas.com