En la actualidad, las inundaciones, incendios forestales, temporales y otros fenómenos adversos están ocurriendo con mayor frecuencia, causando daños significativos tanto a nivel material como humano y generando costos elevados. El último ejemplo es la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), que mantuvo en alerta a gran parte del país debido a lluvias torrenciales, provocando inundaciones, atrapamientos de personas, cortes de carreteras y demoras en servicios de transporte.
En este contexto, España cuenta con el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), una entidad pública encargada de indemnizar a los asegurados que sufren daños extraordinarios en sus bienes o personas. Sin embargo, es importante resaltar que el CCS responde solo si el usuario ya ha contratado previamente un seguro.
¿Qué situaciones cubre el Consorcio de Compensación de Seguros?
Los daños extraordinarios son aquellos causados por circunstancias ajenas a la voluntad del asegurado y que no están cubiertos por pólizas ordinarias. Estos incluyen:
- Fenómenos naturales como terremotos, maremotos, erupciones volcánicas, tempestades ciclónicas atípicas (incluyendo vientos extraordinarios e inundaciones extraordinarias) y caídas de cuerpos siderales y aerolitos.
- Actuaciones de las Fuerzas Armadas o de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en tiempo de paz, así como en tiempos de guerra cuando España no está directamente involucrada en el conflicto.
- Actos de terrorismo, rebelión, sedición, motín y tumulto popular.
¿Cómo actúa el Consorcio en caso de temporales y DANA?
Para que el Consorcio responda por los daños sufridos en temporales y eventos como la DANA, deben cumplirse ciertas condiciones:
- Inundación o anegamiento del terreno por aguas de lluvia, deshielo o lagos con salida natural.
- Desbordamiento de ríos, rías o cursos de agua naturales.
- Fenómenos costeros como embates de mar.
Aspectos a considerar al reclamar al CCS
- Tener un seguro de daños o vida vigente con una entidad aseguradora autorizada en España.
- El seguro debe estar activo al momento del siniestro y haberse pagado la prima correspondiente al recargo del CCS.
- El daño debe ser directamente consecuencia del evento extraordinario y no contar con otra cobertura específica.
- El siniestro debe notificarse al CCS dentro de siete días desde su conocimiento.
- Se debe demostrar la titularidad del bien dañado y la cuantía de los daños sufridos con documentos válidos.
El CCS indemnizará según los límites y condiciones del contrato de seguro ordinario, aplicando franquicias y deducciones pactadas. Es fundamental entender que aunque el CCS brinda seguridad a los asegurados, no cubre todos los riesgos ni todos los gastos. Por lo tanto, se aconseja contratar un seguro adecuado a las circunstancias individuales.
En un mundo donde los fenómenos adversos son cada vez más frecuentes, contar con protección y estar informado es esencial para minimizar los impactos económicos y personales.