La edad límite para pedir una hipoteca la fija el banco

Pedir un préstamo bancario es complicado, normalmente los bancos temen que sus deudas no queden pagadas por lo que ponen una serie de requisitos para conseguirlo, entre los cuales está la edad.

Si vas a pedir una hipoteca verás que eso de que la edad es un grado en los bancos tiene sus matices. Legalmente no hay una edad a partir de la cual una entidad financiera nos pueda denegar una hipoteca, pero lo normal es que cada banco fije su límite ya que cuanto mayor es el titular mayor es también el riesgo de impago.

Es cierto que los clientes con más edad presentan ventajas como una posición económica consolidada en la que a los ingresos fijos de la pensión se les suele unir un mayor patrimonio, constituido muchas veces por una primera vivienda, planes de pensiones e incluso alquileres. Esto nos retrata ante la entidad, que comprobará si tenemos unos ahorros plausibles para nuestra situación y edad. Primero porque siempre parece más fiable quien se administra bien, pero además porque, aunque hoy algunos bancos ofrecen el 90% a los jóvenes, lo habitual es que no presten más del 80% del valor de tasación del inmueble que vamos a hipotecar. Así que, si tienes el otro 20% e incluso un 30% que cubra los gastos asociados a la compra, mejor.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que la edad también influye en el plazo de amortización de la hipoteca, que será necesariamente bajo, lo que a su vez condiciona el importe de las cuotas, que serán mayores en un préstamo a diez años que en uno a veinte o treinta y exigirán por tanto mayor capacidad de endeudamiento. Aquí, al margen de la edad, el Banco de España recomienda no sobrepasar entre todos los créditos vivos un 30% de nuestros ingresos.

Esos diez años son lo que los bancos creen necesarios como mínimo para pagar la hipoteca y son los que tienen en cuenta para ver a quiénes se la conceden o deniegan en función de su edad. De ahí que el umbral medio esté entre los 65 y los 75 años; es decir, que la edad a la que se termine de pagar el préstamo esté entre 75 y 85 años. Esto quiere decir que igual en principio sí nos conceden la hipoteca pero imponiéndonos que la paguemos en menos años de los que nos quedan para llegar a ese umbral. Si la hipoteca tiene más de un titular, la entidad financiera puede fijar el plazo máximo fijándose en la edad del más joven o de quien tenga mayores ingresos.

Otra cosa que hay que tener en cuenta es que es fácil que el banco pida al titular de la hipoteca que firme un seguro de vida, que ya de por sí es uno de los productos que se suelen vincular a este tipo de créditos.

 

Fuente: www.elcorreo.com

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