El IPC y la subida del euríbor empiezan a subir, y con ellos están subiendo también los precios de las hipotecas. Antes de que éstas se disparen, se están anticipando las decisiones de compra para así optar a una hipoteca y vivienda asequibles.
De hecho, explicó Cristina Arias, directora de estudios de la firma, “las entidades financieras ya han comenzado a incrementar los intereses de las hipotecas a tipo fijo y a fomentar las hipotecas a tipo variable”. A juicio de Arias, estas tendencias son aún muy incipientes. “El pleno impacto de estas decisiones lo veremos en los próximos meses”, señaló Arias.
La tasadora publicó este jueves su estadística de Mercados Locales, que destacó que el precio medio de la vivienda, nueva y usada, en España cerró el primer trimestre del año con una subida interanual del 6,6%. A su juicio, sin embargo, la subida puede desacelerarse, puesto que la tasa de crecimiento intertrimestral, del 2,3%, que empezó a crecer en el primer trimestre del 2021 al mejorar la pandemia, ha dejado de hacerlo.
Alzas
Los precios se han disparado un 11% en Palma y Madrid en el último año, y un 6,6% como media española
Arias reconoció que el conflicto en Ucrania añade incertidumbre a la evolución del sector. “Si se alarga, la inflación puede frenar la demanda, ya que reduce los ahorros de los hogares, pero también podría limitar la oferta, por la subida de los costes de construcción: los promotores trataran de subir precios para repercutir al menos una parte del aumento de costes, y en algunos casos preferirán no iniciar las obras si no tienen cerrada la venta”, algo que puede impulsar aún más la venta en bloque de inmuebles a fondos de inversión para destinarlos al alquiler (build to rent).
Los datos de Tinsa señalan que lideran las subidas de precios las ciudades de Palma (11,6%) y Madrid (11,4%). En la ciudad de Barcelona la subida fue del 1,4% y en su provincia del 2,8%. Según Arias, Barcelona se ha quedado rezagada en el aumento de precios porque la compra por extranjeros aún no ha vuelto a los niveles previos a la pandemia, aunque ya está creciendo. Y por la carestía de la vivienda: Barcelona, entre las grandes capitales, es la ciudad en la que sus residentes necesitan un mayor esfuerzo económico para comprar una vivienda.
Según Tinsa, los residentes en la ciudad habrían de destinar el 45,7% de la renta familiar para pagar el primer año de la hipoteca, frente al 41,9% de media en Madrid o Málaga. Por distritos, los precios son más inaccesibles en Ciutat Vella (sus residentes habrían de destinar el 62,7% de la renta), y Sant Martí (50,1%). Paradójicamente el distrito más asequible es Sarrià-Sant Gervasi: sus residentes solo han de destinar el 32,7% de su renta media a pagar el primer año de hipoteca… porque es el distrito con la renta familiar más alta de la ciudad.
Fuente: www.lavanguardia.com