La subida de intereses golpea a las familias vulnerables. Los bancos consiguen desde septiembre colocar hipotecas más caras que el año anterior.
Las entidades financieras vienen aumentando sus ingresos al repercutir el cambio de ciclo de tipos en los intereses de las hipotecas… de la mano de los más pudientes. Pero ello, con el precio de alejar a cada vez más familias del acceso a una vivienda.
Y es que en este sentido, los últimos datos del Consejo General del Notariado son significativos. Desde septiembre, la cifra de hipotecas firmadas ha caído interanualmente en un 8,9% cada mes en paralelo a un incremento promedio del monto de los créditos firmados del 8,1%.
Aún en el mes de diciembre, la banca pudo colocar hipotecas un 2,7% más caras que el año anterior, hasta la segunda tasa promedio mensual más alta de 2022. Sin embargo, la cantidad de préstamos firmados cayó un 22,2% respecto al mismo mes de 2021, el mayor descenso interanual desde 2014. En el conjunto del mercado, la compra de vivienda retrocedió un 17,4%.
La demanda de vivienda cae en doble dígito
Desde otra de las cinco mayores compañías del sector promotor reconocen estar siendo testigos de una caída de las operaciones en dobles dígitos respecto a 2021 pero también de un aumento interanual de los precios medios de hasta el 20% desde mediados de 2022.
La situación no debería resultar del todo sorprendente para la banca. En la antesala del cambio de política del Banco Central Europeo, el mayor banco en España, CaixaBank, había trazado unas proyecciones a partir de los tipos de interés implícitos en el mercado a cierre del mes de junio que parecen haber tenido un cierto correlato en la realidad.
En concreto, estimaban que el peso de la hipoteca sobre los ingresos de los españoles ascendería casualmente un 20%, desde un saludable 33,4% a finales de 2021 hasta cifras por encima del 40% al cierre de 2022.