Para los autónomos la seguridad y la protección son esenciales debido a sus condiciones como trabajadores por cuenta propia que son, para ello, los seguros de vida son un gran aliado.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), más de tres millones de personas en España trabajan por cuenta propia. Los autónomos, que suponen cerca del 15% de la población activa, son uno de los activos más importantes para la economía, pero también uno de los más vulnerables. Esto se debe a que, si tienen que detener su actividad por cualquier motivo, como una enfermedad o por algún asunto familiar, es probable que vean mermados sus ingresos. Para reducir este riesgo es de gran ayuda contratar un seguro de vida.
De hecho, de acuerdo con los datos de la Federación de Organizaciones de Profesionales, Autónomos y Emprendedores (OPA), un autónomo cobra de media casi 300 euros menos que un trabajador por cuenta ajena en caso de incapacidad permanente. Tal y como explica José Manuel Veiga, director de Seguros de Protección de BanSabadell Seguros: «En caso de que un autónomo no pueda continuar con su negocio por una invalidez permanente absoluta o un fallecimiento, él y sus familiares están protegidos y pueden mantener la estabilidad económica».
¿Qué ventajas tienen los seguros de vida?
El seguro de vida es un producto que tiene como principal objetivo garantizar la tranquilidad financiera del asegurado, en este caso, el autónomo, y de su familia si ocurre una incidencia grave como el fallecimiento y es él el principal sustentador económico del hogar. Al contratar un seguro de vida, el asegurado designa a sus beneficiarios (su cónyuge, sus hijos, su socio…). Una vez suscrito el contrato, la compañía aseguradora se compromete a pagar una cantidad de dinero establecida si este profesional sufre alguna de las incidencias recogidas dentro del acuerdo durante el tiempo de vigencia fijado. La prima anual que debe pagar el autónomo para mantener en activo este seguro depende del capital asegurado que desea percibir él o sus beneficiarios, así como de otras características como su edad.
El seguro de vida Life Care de BanSabadell Vida cubre la invalidez permanente absoluta, ya sea por accidente o por enfermedad. “Este seguro se adapta a las necesidades y a la situación particular de cada persona. Así, cada cliente puede disfrutar de una oferta completa de su seguro de vida, competitiva y adaptada a su perfil. Como referencia, sería recomendable un capital asegurado equivalente a tres veces los ingresos anuales para mantener el nivel de vida mientras la familia se adapta a la nueva situación”, afirma Veiga.
Entre los servicios del seguro de vida Life Care de BanSabadell Vida destacan la posibilidad de acceder a consultas de orientación médica vía telefónica durante las 24 horas, 365 días, solicitar una segunda opinión médica en caso de enfermedad grave a los mejores profesionales del mundo, obtener atención personalizada por parte de un equipo de psicólogos o un asesoramiento sobre nutrición, alergias y alimentación infantil.
En el caso de los autónomos, cabe destacar también el rol de los seguros de protección de pagos, seguros asociados a hipotecas y a préstamos, que se encargan de hacer frente al pago de las cuotas de un préstamo hipotecario cuando el titular del mismo no puede afrontarlo, ya sea por una situación de desempleo o de incapacidad. Incluso, se pueden añadir otras garantías adicionales, por motivos como una invalidez temporal, una indemnización por baja laboral o un subsidio por cese de actividad.
A nivel fiscal
Los autónomos «pueden desgravarse las primas del seguro de vida por las coberturas de fallecimiento, invalidez permanente absoluta e incapacidad total hasta un máximo de 500 euros al año por persona, si el asegurado y el beneficiario son la misma persona. Dentro de este límite de 500 euros se incluye también el seguro de salud», indica Veiga.
En caso de fallecimiento, este experto explica que el capital que perciben los beneficiarios tributa por el impuesto sobre sucesiones, con una exención cuando la relación del asegurado con el beneficiario sea de ascendiente, descendiente, adoptante o adoptado. Dicha exención tiene un importe mínimo de 9.195,49 euros, pero varía en función de la comunidad autónoma. Además, cabe la posibilidad de practicar una liquidación parcial del impuesto sobre sucesiones correspondiente al seguro de vida, sin necesidad de esperar a la distribución de la herencia, permitiendo así que los beneficiarios puedan disponer rápidamente del capital asegurado.
A la hora de contratar un producto de protección de vida, contar con el apoyo de un profesional como el gestor de la entidad es lo más recomendable, ya que podrá informar a cada persona acerca del seguro que más se ajusta a sus necesidades, además de responder cualquier duda que pueda surgir.
Fuente: www.lainformacion.com