En un movimiento sin precedentes, los principales bancos centrales de las economías desarrolladas están cambiando sus estrategias. Esta semana, el Banco de Japón (BoJ) tomó la decisión histórica de aumentar los tipos de interés, algo que no ocurría desde 2007, y abandonó su política de tasas negativas. Mientras tanto, el Banco Nacional de Suiza se adelantó al BCE y la Fed al ser el primero en recortar los tipos de interés.
¿Qué opinan las gestoras internacionales sobre estos cambios?
En Japón, Junichi Inoue de Janus Henderson señala que si bien se esperaba desde el segundo semestre del año pasado la supresión de los tipos de interés negativos para esta primavera, los indicadores económicos recientes generaron incertidumbre. Sin embargo, el anuncio de incrementos salariales superiores a lo esperado respaldó las discusiones en el BoJ. Esta medida, junto con las reformas empresariales, podría generar un círculo virtuoso.
Por su parte, PIMCO indica que los mercados de bonos japoneses deberían empezar a ofrecer mayores rendimientos en respuesta a los ajustes en la política del BoJ. Aunque se espera una trayectoria gradual en los rendimientos, la intervención del BoJ podría ser necesaria para evitar fluctuaciones bruscas.
En Europa, el Banco Nacional de Suiza ha recortado los tipos antes que el BCE, lo que podría reducir la presión alcista sobre el franco suizo. Además, el Banco de Inglaterra (BoE) mantuvo los tipos esta semana. Se espera un primer recorte en junio, pero la orientación de la política monetaria seguirá siendo restrictiva.
En Estados Unidos, la Fed ha reafirmado su posición, anticipando un posible relajamiento a partir de junio o julio. Aunque los comunicados de Powell fueron equilibrados, indicando una tasa neutral de fondos federales más alta de lo pensado, se espera una política monetaria restrictiva incluso después de los recortes.
En los mercados emergentes, algunos bancos centrales ya han comenzado a recortar las tasas, respaldados por la reducción de la inflación y el contexto global de desinflación. Se espera que esta flexibilización impulse el crecimiento y reduzca los rendimientos de la renta fija en moneda local.
En resumen, los bancos centrales de todo el mundo están ajustando sus políticas monetarias en respuesta a las condiciones económicas cambiantes, lo que impactará en los mercados financieros y en las estrategias de inversión a nivel global.
