Los bancos han recibido unas 7.000 peticiones de ayuda en los dos meses que han pasado.
Desde que entró en vigor el nuevo Código de Buenas Prácticas para ayudar a las familias ahogadas por el encarecimiento de sus hipotecas, aunque los bancos no facilitan datos de cuántos préstamos han modificado.
Se trata, explican las mismas fuentes, de consultas y solicitudes que en algunos casos decaen si el cliente desiste de acogerse a este tipo de ayudas al recibir la información detallada sobre las distintas vías para aliviar su cuota hipotecaria.
La diferencia entre las solicitudes recibidas por las entidades es muy notable, ya que depende tanto del perfil de cliente como de la cartera crediticia, en la que pueden tener un mayor peso las hipotecas variables, las que se están encareciendo con el alza del euríbor.
Algunos bancos coinciden en que la cifra de peticiones hasta la fecha es «muy baja» y, aunque dan por hecho que se irá incrementando a medida que las hipotecas se vayan revisando y recogiendo las subidas del euríbor, creen que el número final de beneficiados estará muy lejos del millón de familias que preveía el Gobierno.
En España 3,7 millones de hogares tienen una hipoteca a tipo variable y el Ejecutivo calculaba que más de un millón de ellos podrían optar a reducir sus cuotas con las medidas aprobadas.
Para las familias vulnerables, se actualizó el Código de Buenas Prácticas aprobado en 2012 para dar opción a reestructurar la hipoteca con un tipo de interés más bajo durante la carencia del principal de 5 años. Se amplió también a 2 años el plazo para solicitar una dación en pago y se incluyó la posibilidad de una segunda reestructuración, en caso necesario.
Para las familias vulnerables, se actualizó el Código de Buenas Prácticas aprobado en 2012 para dar opción a reestructurar la hipoteca con un tipo de interés más bajo durante la carencia del principal de 5 años. Se amplió también a 2 años el plazo para solicitar una dación en pago y se incluyó la posibilidad de una segunda reestructuración, en caso necesario.
En el caso de las familias de clase media con problemas de liquidez, que no de solvencia, las medidas aprobadas estaban diseñadas para unos 750.000 hogares con rentas de hasta 29.400 euros anuales, en las que la hipoteca ha subido al menos un 20% y consume más del 30% de sus ingresos.