Las amortizaciones de las hipotecas aumentan en 2,5 veces a las del año pasado, cuando de media se reducían 65 millones de euros al mes.
La subida de tipos ya se ha trasladado a los préstamos. Contratar una hipoteca o un crédito es cada vez más caro, porque la política monetaria más restrictiva dificulta el pedir prestado. Pero también se reprecian los préstamos ya concedidos, los que están a tipo variable. Por ello, muchos ciudadanos están aprovechando para amortizarlos, sobre todo, las hipotecas. Banco Santander ya ha notado en el primer trimestre del año como se han acelerado las amortizaciones.
Los clientes de la entidad se han quitado alrededor de 150 millones de euros al mes de hipotecas, lo que supone más del doble (2,3 veces más) que en el mismo periodo del año anterior. Durante 2022, la media mensual de amortización de las hipotecas era de 65 millones de euros.
La entidad constata que esta reducción de la cartera hipotecaria está motivada por el incremento de tipos de interés, el aumento de los volúmenes de amortización anticipada y los menores saldos de Santander Corporate & Investment Banking. En el informe de los resultados trimestrales de Banco Santander, el saldo de préstamos se ha reducido un 2% debido a los descensos de España (-3%) y de Portugal (-2%), “principalmente por créditos a empresas y amortizaciones anticipadas de hipotecas”.
Los créditos aumentaron un 3%, con las hipotecas y el crédito al consumo creciendo un 2% y un 9%, respectivamente. La cartera crediticia se mantiene muy diversificada tanto por líneas de negocio (hipotecas, empresas, auto y CIB) como por geografías.
Por lo que respecta a la producción de nuevos créditos e hipotecas, la entidad presidida por Ana Botín constatan que las subidas de tipos de interés y la elevada inflación provocaron que los créditos se desacelerasen en hipotecas y en consumo. No obstante, resaltan que han ganado cuota de mercado en nóminas y en pensiones. De hecho, en España han aumentado la base de clientes con una captación neta que encadenó 19 meses consecutivos de crecimiento. De esta manera, los clientes activos registraron un aumento interanual de 354.000.
La amortización de los créditos hipotecarios está siendo habitual desde julio de 2022, cuando el Banco Central Europeo comenzó a subir los tipos de interés. De hecho, desde el mes de julio los españoles se “han quitado” 10.753 millones de euros en hipotecas. Según los datos del Banco de España, los créditos hipotecarios de los hogares, que representan la mayor parte del total de su deuda, se situaron en 508.376 millones de euros en febrero de 2023, lo que supone 1,3% menos que hace un año y un 0,4% por debajo del dato de enero. Es decir, con respecto a hace un año, el saldo hipotecario en España se ha reducido en 6.539 millones. No obstante, esa cifra aumentó hasta llegar a niveles no vistos desde agosto de 2019 en 519.129 millones de euros en julio. Desde ese momento, se ha reducido en 10.753 millones de euros.
Hay que tener en cuenta que el 70% del saldo hipotecario vivo en España es a tipo variable, este tipo de hipotecas se está viendo afectada por la subida del euríbor (debido a la subida de los tipos), por lo que muchos hogares están aprovechando para amortizar y evitar así pagar más dinero en sus cuotas mensuales.
El negocio de Banco Santander en España
En España, el beneficio atribuido del primer trimestre fue de 466 millones de euros, un 28% más, a pesar del impuesto a la banca. En este trimestre se han dotado 202 millones de euros por este gravamen. En total, Banco Santander ha pagado 224 millones de euros por el ‘impuestazo’. Los otros 22 millones se han dotado a Digital Consumer Bank.
Los ingresos subieron un 26% favorecidos por el fuerte crecimiento de clientes (más de 700.000), el margen de intereses y los ingresos por comisiones en pagos y banca mayorista. Los depósitos crecieron un 7% hasta 301.000 millones, mientras que los créditos bajaron un 3% por las amortizaciones anticipadas. El crecimiento de los ingresos superó las subidas de costes por la inflación, lo que permitió una mejora de eficiencia, que cayó 8,3 puntos porcentuales, hasta el 39,8%.