Los empleados de BBVA no podrán cambiar de hipoteca

Las subidas del euribor han provocado situaciones complejas incluso para los propios empleados del sector bancario, especialmente para los de BBVA que no podrán cambiar de hipoteca variable a fija.

BBVA ha decidido revocar las condiciones pactadas con sus empleados para que pudieran cambiar sus hipotecas variables en fijas con el fin de encarecer su precio por la escalada del euríbor. Esta medida ha afectado incluso a operaciones que ya habían sido autorizadas y que estaban en fase para la firma de la novación del préstamo, según ha podido saber THE OBJECTIVE.

La entidad ha tomado esta decisión para elevar el tipo de interés que finalmente concederá a su plantilla para dar estabilidad a los pagos en sus cuotas mensuales en la financiación para la adquisición de una vivienda. En concreto, ha establecido la nueva tasa en el 2,8% frente al 2,15%. Es decir, que ha situado el umbral por encima de la cotización actual del euríbor, que alcanza el 2,5% tras el rally de los últimos dos meses, en los que ha encadenado récord tras récord. Desde el banco aseguran que cualquier cambio que esté concediendo forma parte de la negociación individual de cada empleado, ya que el cambio a fijas no está contemplado por el convenio laboral.

Para el sindicato CGT, el movimiento dado por BBVA supone un «maltrato» para su plantilla y facilita que sus empleados se puedan llevar la hipoteca a otro banco, a través del sistema de subrogación. Hay que tener en cuenta que el cambio de una hipoteca variable a fija se ha disparado desde abril, cuando el euríbor empezó a remontar como consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Las entidades han estado ofreciendo rebajas de precios de hasta el 35% en estas transacciones para evitar la huida de clientes o atraer usuarios de la competencia.

En algunos casos, eso sí, se han llevado a producir líos monumentales parecidos a lo que está sucediendo en BBVA. En primavera, Cajamar decidió paralizar los cambios de tipos variables a fijos a la clientela que habían sido ya pactados para incrementar el precio o, simplemente, denegarlos, lo que ocasionó cierta tensión en la red comercial.

BBVA anula también la posibilidad de ampliar el crédito

Los bancos, por norma general, han permitido estas operaciones también a los trabajadores ante la petición insistente de los sindicatos. Así, por ejemplo, Bankinter modificó sus reglas internas para que su plantilla pudiera realizar el cambio a un interés fijo en sus hipotecas.

BBVA, en su decisión de revocar las modificaciones ya autorizadas, también ha anulado otra de los beneficios que había acordado para sus empleados. En la novación de las hipotecas, su personal ya no podrá ampliar el importe del crédito, desoyendo de este modo las solicitudes de sindicatos como CGT.

El cambio de variables a fijas es solo una de las reivindicaciones que están reclamando los representantes de la plantilla a todos los bancos, no solo a BBVA. Están exigiendo mejoras salariales ante el incremento de la inflación. Las patronales del sector han abierto un mesa de diálogo en la que se está debatiendo este extremo, a través de partidas especiales.

De momento, ni la AEB -de la que es socio BBVA- ni la CECA han dado un paso al frente, aunque todo parece indicar que en las próximas semanas pondrán sobre el tapete algún tipo de alza retributiva con el objetivo de evitar movilización y conflicto social. Dentro de unos días se producirán nuevas reuniones para avanzar en el proceso.

El encarecimiento de las hipotecas, como consecuencia del euríbor y de los aumentos en el precio oficial del dinero por parte del BCE, está generando una preocupación en los bancos, las autoridades y los expertos. De hecho, los bancos dan por hecho que tendrán que llevar a cabo provisiones extra antes de final de año para cubrir la posible morosidad que espera. Unos impagos que afectarán a su cartera hipotecaria y de otros segmentos, como pymes o préstamos al consumo.

BBVA es una de las pocas entidades que ha venido anticipando dotaciones ligadas a la invasión de Ucrania y al nuevo escenario económico. Pero, previsiblemente, el grupo que preside Carlos Torres tendrá que llevar a cabo un esfuerzo aún mayor. Su servicio de estudios ya ha pronosticado que España vaya a entrar en recesión en el último trimestre de 2022.

Las entidades, además, en esta nueva coyuntura, han girado por completo su estrategia comercial, potenciando la venta de hipotecas variables en lugar de fijas. La guerra en este producto se centra en las primeras a través de rebajas en los diferencias sobre el euríbor y de un encarecimiento de las segundas con reclamos de intereses que superan ya el 4%. BBVA en septiembre decidió romper el mercado al reducir el tipo en las variables y lanzar así la hipotecas más barata.

 

Fuente: theobjective.com

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