La distribución de este tipo de pólizas se ha incrementado más del 50%
En los últimos meses, se ha observado un notable aumento en las ventas de seguros de ahorro, impulsado por la reticencia de los bancos a ofrecer mayores rendimientos en los depósitos. Ante esta situación, compañías como AXA, Mapfre y Reale han lanzado una serie de pólizas de vida con un enfoque financiero, lo que ha generado un incremento del 50% en la distribución de este tipo de seguros. «Si los bancos no están dispuestos a pagar por el ahorro, nosotros sí lo haremos», declara el presidente de una de las principales aseguradoras del país.
Mientras el Banco Central Europeo (BCE) ha aumentado los tipos de interés desde hace casi un año, los bancos españoles han quedado rezagados en comparación con otras entidades europeas en cuanto a mejorar la retribución de los depósitos a plazo fijo. Hasta febrero, solo ofrecían un 0,76% de interés anual, muy por debajo de otros bancos de Europa. Aunque en marzo han superado el 1%, muchos clientes muestran impaciencia. Ante esta estrategia comercial, las aseguradoras han desplegado toda su maquinaria de ventas para cubrir esta brecha.
Los seguros de vida-ahorro son pólizas en las cuales una parte del dinero aportado por el cliente se destina a cubrir el riesgo de fallecimiento o invalidez, mientras que el resto se invierte en activos financieros, principalmente bonos. En España, existen 190.000 millones de euros en pólizas de ahorro, con casi nueve millones de personas que poseen algún producto de este tipo, según datos de la patronal del seguro, Unespa. Estas pólizas varían en formas como seguros de ahorro de prima única, rentas vitalicias o seguros individuales de ahorro a largo plazo, cada uno con diferentes características fiscales.
En cuanto a las rentabilidades, la mayoría de estos productos ofrecen rendimientos superiores al 2% TAE. Ignacio Garralda, presidente de Mutua Madrileña, explica que estos seguros de vida aportan un valor adicional en comparación con los depósitos o letras del Tesoro, ya que garantizan cierto capital en caso de desgracia, lo que los convierte en un producto muy atractivo. Mutua Madrileña lanzó recientemente un producto con un rendimiento del 2,5% TAE.
Durante el primer trimestre de este año, las aseguradoras registraron ingresos por valor de 10.278 millones de euros en productos de vida, un aumento del 58% en comparación con el año anterior. La gran mayoría de esta cantidad se destinó a pólizas de vida-ahorro, mientras que solo una pequeña parte correspondió a seguros de vida pura que cubren exclusivamente el riesgo de fallecimiento.
VidaCaixa, la filial aseguradora de CaixaBank, ha experimentado un notable aumento en las ventas de rentas vitalicias, con primas por valor de 1.700 millones de euros en los primeros tres meses del año. Estos productos, que presentan varias variantes, pueden ofrecer rendimientos de hasta el 4,8% a largo plazo. Santalucía cuenta con un producto similar que garantiza un 3,5% TAE durante toda la vida del asegurado.
Otra compañía que ha experimentado un fuerte incremento en las ventas de seguros de ahorro es Mapfre. Su negocio de seguros de vida ha aumentado su volumen en un 2,4 veces en comparación con el año anterior, alcanzando los 1.082 millones de euros, de los cuales 965 millones corresponden a seguros de vida-ahorro (frente a los 326 millones de 2022).
Según fuentes del sector, en algunas sucursales se han formado colas en los días de lanzamiento de nuevos seguros de ahorro, similar a lo ocurrido a principios de año en las sedes del Banco de España para adquirir letras del Tesoro. Los ahorradores han pasado años sin encontrar rentabilidad en ningún producto y ahora están aprovechando esta oportunidad.
Uno de los desafíos que presentan los seguros de ahorro es su mayor complejidad en comparación con los depósitos bancarios. Existen numerosas modalidades, cada una con su propia fiscalidad, y a menudo no está clara la rentabilidad final que recibirá el cliente, ya que las aseguradoras suelen publicitar cifras brutas sin considerar los gastos adicionales que se aplican posteriormente.
De hecho, la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (Eiopa) está instando a las entidades a ser más estrictas en los cargos aplicados a los clientes y a simplificar al máximo este tipo de productos.
Otro problema que pueden enfrentar los clientes que contratan seguros de vida-ahorro es la dificultad para retirar su dinero de forma anticipada. Algunos productos incluyen penalizaciones si se desea rescatar las cantidades aportadas antes de lo previsto.
En el caso de las aseguradoras pertenecientes a grupos bancarios, están apostando por seguros de vida-ahorro más sofisticados, como las rentas vitalicias ofrecidas por CaixaBank. Por otro lado, las aseguradoras no vinculadas a ningún banco intentan lanzar productos similares a los depósitos bancarios para atraer a los clientes insatisfechos con las remuneraciones propuestas en las sucursales bancarias.
Recientemente, la compañía National-Nederlanden lanzó al mercado el Ahorro Garantizado Extra, un plan de ahorro e inversión asegurado a corto y medio plazo. El importe mínimo requerido es de 1.000 euros y se debe mantener el dinero durante 5 años. La compañía invertirá la mitad en una cartera de deuda de España y la otra mitad en bonos emitidos por empresas de alta calidad, ofreciendo un rendimiento del 1,83%.