Tras una racha con tipos de interés a la baja, así como el euríbor, se acerca el fin de las hipotecas baratas.
¿Por qué este cambio de tendencia? “Aquí hay un problema y se llama inflación”, comenta Xavier Brun, director del máster de Mercados Financieros de la UPF-BSM. Tras años de tipos extremadamente bajos e imprimir dinero en cantidades ingentes los últimos dos años, el BCE quiere enfriar la economía y quitar billetes. El objetivo es que al volver a la normalidad monetaria no haya mucho dinero dando vueltas y los precios se disparen si se mueve muy rápido, explica. Más control, en resumen
Las hipotecas, primer impacto
Con una subida de tipos, el gran zarpazo se notaría en los préstamos, que serán más caros, como en las hipotecas. “Todo incremento de 0,25 puntos en los tipos implicará que la cuota suba unos 15 euros por cada 100.000 euros de la hipoteca”, detalla Brun.
Puede parecer poco, pero anualizado se va a 180… Además, ya sufren mayores gastos en las facturas. Los que la tienen a tipo variable serán los primeros en verlo, porque “a los de tipo fijo no les va a afectar para nada”, explica Ricard Garriga, consejero delegado de Trioteca.
Lo cierto es que no hay que esperar mucho más: el Euribor estas jornadas ronda el -0,3%, subiendo desde el -0,47% de enero o el -0,5% de hace un año. Al que le toque revisar el préstamo, la cuota le subirá. Así, sería buen momento para pasarse de una variable a una fija “si no se quiere que afecte”. Sobre todo se recomienda para aquellos con hipotecas donde faltan más de diez años para pagar, dice.
Para los que quieran comprar vivienda también se verán precios más altos en los préstamos. “Los precios de derribo se mantendrán, pero no lo serán tanto. Los bancos empiezan a subir los tipos para las nuevas hipotecas. Es una subida muy ligera, de unos diez puntos básicos”, sigue Garriga. Y habrá un mayor análisis del perfil del cliente, “aunque no afectará a los medios y buenos”. Además, la entidad tenderá a fomentar la hipoteca variable, que les dará más margen tras años de potenciar las fijas para tener estabilidad de ingresos.
Sin salir del banco, con una subida de tipos saldrían ganando los depósitos, con remuneraciones después de años y años sin atractivo. Pero no se espera que retribuya en el corto plazo. “Si el Euribor se da la vuelta, sí veríamos cambios de tendencia, pero los inversores no esperan que pase antes de 18 meses”, señala Brun. Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía, sitúa esa posibilidad apenas cuando el Euribor ronde el 1%, momento en el que ya podrían verse depósitos con un retorno, aunque lejos de lo que se veía en el pasado. En todo caso, el primer paso será que deje de cobrarse por ellos, como pasa en grandes patrimonios, destaca.
Dando el salto a las bolsas y la inversión, de momento la incertidumbre pesa. No saber qué pasará con los tipos, un calendario claro y la alta inflación afectan. Por ahora pocos se salvan: principalmente, los bancos, que con la previsión de mejora de negocio ven subir las cotizaciones. También salen beneficiadas empresas cíclicas y que puedan trasladar la inflación al cliente, como firmas de consumo discrecional o del sector turismo, señala Del Pozo. En la otra cara quedarían las tecnológicas, las utilities – eléctricas, gasistas…– y empresas más endeudadas, ya que sus costes irán al alza.
Esperar para la renta fija
En el lado de la renta fija, la clave es la paciencia. “No conviene invertir en la actualidad. Se pueden tener pérdidas, y muy elevadas. Hay que esperar y ver a futuro, cuando se normalice la situación”, comenta Brun. Ahí sí que serían una oportunidad.
“Los inversores de los últimos dos años van a pasarlo mal con la valoración [al empezar a emitirse títulos con mejor rentabilidad, se paga menos por los viejos]. Aún hay que extremar la precaución. Pero en un plazo razonable, quizás semanas o meses, va a ser el activo en el que entrar”, cree Del Pozo. “El que tenga deuda debería acumular liquidez y esperar a que las expectativas de subida de tipos se trasladen a las emisiones”, remata.
De momento, en los tipos todo se mueve entre previsiones y medias certezas. Pero que nada coja por sorpresa. Sobre todo, si implica pagar más mes a mes.
Fuente: www.lavanguardia.com