Descubre cómo convertir tu hipoteca variable en una fija, aprovechando las opciones de novación y subrogación, y beneficiándote de las nuevas facilidades gubernamentales.
En el contexto actual del mercado hipotecario, muchos titulares de hipotecas variables experimentan el impacto del aumento del Euribor, con cuotas mensuales que han incrementado sustancialmente. Según Asufin, una hipoteca de 100.000 euros a 25 años ha visto un incremento de más de 200 euros en comparación con 2021. Esta realidad empuja a muchos a buscar opciones más estables, como las hipotecas a tipo fijo. Afortunadamente, existen dos rutas principales para hacer este cambio: la novación y la subrogación.
Novación: Renegociación de Términos con tu Banco Actual
La novación implica modificar los términos existentes de tu hipoteca con la misma entidad financiera. Este proceso puede incluir cambios en la duración del préstamo, el monto del mismo, o la transformación de una hipoteca variable en fija. Es crucial que estos ajustes se formalicen legalmente, registrándolos en el registro de la propiedad y con la intervención de un notario.
Recientemente, el Gobierno ha extendido la gratuidad en la conversión de hipotecas variables a fijas para todo el 2024, lo que representa una oportunidad para aquellos que buscan estabilidad sin costos adicionales.
Subrogación: Cambiando a un Nuevo Banco
La subrogación ocurre cuando trasladas tu hipoteca a otra entidad financiera. En este proceso, la nueva entidad debe presentar una oferta vinculante con sus condiciones. Si aceptas, la nueva entidad se encargará de gestionar el cambio con tu banco actual.
Sin embargo, en la subrogación, pueden surgir gastos adicionales como la comisión de subrogación, la tasación del inmueble, gastos notariales, entre otros. A pesar de estos costes, puede resultar beneficioso a largo plazo si las condiciones ofrecidas son más ventajosas que las actuales.
Conclusión: Evalúa tus Opciones Cuidadosamente
Tanto la novación como la subrogación son opciones viables para aquellos que desean pasar de una hipoteca variable a una fija. La elección depende de las condiciones específicas de cada titular y las ofertas disponibles en el mercado. Con el respaldo gubernamental y una planificación cuidadosa, cambiar a una hipoteca fija puede ser un paso inteligente hacia la estabilidad financiera.