La recuperación económica ha supuesto un aprovechamiento por parte de los bancos. Desde que Banco Santander redujo en 12 puntos básicos el margen de intereses que cobra a sus clientes, BBVA y CaixaBank inician una estrategia defensiva en una lucha hipotecaria frente al ‘Black Friday’ o las Navidades.
Una guerra de desgaste del sector bancario da comienzo en el último trimestre del año, con una contienda en la que los ciudadanos demandan préstamos y el PIB sube. Todo apunta a que las entidades cada vez llevarán a cabo estrategias más agresivas para incrementar sus márgenes.
El primer paso lo ha dado Banco Santander, quien ha reducido hasta en 12 puntos la cifra que cobra por sus créditos. Es decir, en tres meres ha tumbado doce veces las cifras que anteriormente cobraba por sus créditos. A pesar del balance que ha logrado gracias a ello, el incremento apenas ha supuesto un par de décimas más de volumen de crédito.
Un resultado mejor que BBVA, que sigue rezagado en hipotecas y cuyo total cayó un 9%. Aunque más modesto respecto a la evolución de CaixaBank, que se ha mantenido ascendente gracias al empuje de su fusión con Bankia. Por ello, quizás, Banco Santander siga apostando por forzar los precios a la baja a través de su firma digital Openbank.
Pero BBVA y CaixaBank no van a perder cancha. La firma bilbaína está trabajando para dar el estirón en aquellos segmentos más rentables, como el consumo. Lo que quiere decir que quiere seguir con la batalla y que próximamente se moverá. Aun así, su margen es más alto que el de sus dos grandes rivales. El más bajo es el de CaixaBank, con un 1,63%, en el caso de Banco Santander esa cifra es del 1,68%. Pero no supone un problema. De hecho, la firma catalana es la que más redujo esa cifra en los últimos doce meses. Una caída quizás viciada por el efecto fusión con Bankia, que mantenía un portfolio de hipotecas en su mayoría a tipo variable que ha sufrido mucho con el Euríbor, pero compensada con un mayor volumen de activos.
Además, su mayor tamaño le permite pelear bajando más los diferenciales frente a otras firmas, más pequeñas, y que sufren más. De hecho, ese es uno de los grandes atractivos de una fusión. Por ello, hay que esperar que la nueva Unicaja haga todavía más sangrienta la guerra. De hecho, desde Barclays advierten de que “BBVA, CaixaBank y Unicaja pueden mejorar fácilmente sus márgenes aumentando el libro de créditos”.
Las palabras de los analistas de la firma británica advierten de lo que está por venir. Banco Santander se ha intentado adelantar con un duro golpe en el tercer trimestre, pero ahora el resto debe mover ficha. En el otro extremo de la historia aparecen otras muchas firmas cuyos balances quizás no aguanten de manera sólida el envite de los cuatro grandes del país.
Ese exigente escenario se complementa con más problemas por varios frentes. Más competencia en créditos y servicios, por las nuevas firmas digitales que están entrando en el país. Más reclamaciones en forma de capital por parte del BCE. Por último, la morosidad al alza, en especial en empresas, como ya ha advertido en varias ocasiones el Banco de España. En definitiva, si la crisis se había visto como una yinkana para los bancos, quienes deberán luchar durante los próximos meses por su supervivencia.
Fuente: clubinfluencers.com