Descubre qué es el interés técnico garantizado en los seguros de vida y cómo afecta a la rentabilidad de tu póliza. Aprende a identificar los elementos clave antes de contratar.
Cuando hablamos de seguros de vida, a menudo se menciona el interés técnico garantizado (ITG), un concepto esencial en las pólizas de inversión a largo plazo. Este interés no se aplica al total de la prima ni es un interés financiero como el TAE o el efectivo. Se denomina «técnico» porque refleja la rentabilidad mínima que la aseguradora garantiza sobre el capital asegurado, descontando ciertos gastos e impuestos.
Cómo se aplica el interés técnico garantizado
El ITG no se calcula sobre la prima total del seguro, sino sobre lo que queda después de descontar:
- Gastos administrativos.
- Gastos de comercialización.
- Impuestos y recargos legales.
- Prima de riesgo asociada a coberturas como el fallecimiento o la invalidez.
En productos con participación en beneficios, el ITG establece la rentabilidad mínima garantizada durante toda la duración de la póliza. El Gobierno fija cada año el ITG máximo que pueden ofrecer las aseguradoras. Si la rentabilidad de la póliza supera este límite, se añade una rentabilidad adicional a año vencido.
Productos con interés fijo y la tasa interna de rentabilidad
En los productos con interés fijo, el ITG se establece a priori y puede ser superior al límite marcado por el Gobierno, ya que se calcula sobre inversiones con interés real conocido. Aquí entra en juego la Tasa Interna de Rentabilidad (TIR), que refleja la rentabilidad neta del seguro tras deducir los gastos de gestión y la prima de riesgo.
Este mecanismo puede hacer que algunas pólizas resulten opacas, dificultando que el cliente entienda completamente cómo se distribuyen sus aportaciones.
¿Cómo afecta esto a tu seguro de vida?
En cada aportación a tu seguro de vida, se descuenta un pequeño porcentaje para cubrir los gastos administrativos y la prima de riesgo. Sobre la cantidad restante se aplica el ITG y, si el seguro tiene participación en beneficios, se suma el interés real obtenido.
Es importante saber que, aunque un seguro ofrezca un ITG mayor, puede no ser más rentable que otro con un interés más bajo, debido a los gastos ocultos que algunas pólizas pueden incluir. Además, la periodicidad de las aportaciones (ya sean mensuales o anuales) también influye en los cálculos.
La importancia de consultar a expertos
Antes de contratar un seguro de vida, es fundamental entender bien las condiciones. Las pólizas de larga duración pueden tener términos complejos, por lo que recomendamos que te asesores con expertos en seguros para evitar sorpresas. Revisa bien la documentación y haz todas las preguntas necesarias antes de firmar.
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