Sabadell y Santander lideran la reducción de comisiones en el sector bancario, avivando la competencia por los clientes. Estas entidades han tomado la iniciativa al aplicar rebajas en las comisiones que cobran a los clientes particulares, en medio de una batalla por captar nuevos clientes en el sector.
En lugar de recortar o eliminar las comisiones por completo, las entidades han optado por flexibilizar los requisitos para considerar a un cliente como «vinculado», lo que les exime de ciertos cargos. Durante los últimos seis años, en los que las tasas de interés se mantuvieron en cero o en terreno negativo, los bancos enfrentaron grandes dificultades para generar ingresos a través de su negocio tradicional de préstamos.
En este contexto, los bancos incrementaron generalmente las comisiones y comenzaron a aumentar el precio de algunos servicios que tradicionalmente se ofrecían de forma gratuita o a bajo costo, especialmente para los clientes menos vinculados, es decir, aquellos que tenían una cuenta de ahorro pero interactuaban poco con la entidad.
El mantenimiento de cuentas y los saldos acumulados generaban costos que afectaban aún más la escasa rentabilidad de las entidades. Por lo tanto, se volvió habitual que los bancos exigieran varios requisitos, como la contratación de productos de inversión, seguros, domiciliación de la nómina y de varios recibos, para eximir a los clientes del pago de comisiones.
Sin embargo, en los últimos meses, las entidades han cambiado su política. En julio de 2022, el Banco Central Europeo (BCE) puso fin a la era de tasas de interés cero y comenzó a subir los tipos, lo que ha permitido a los bancos recuperar ingresos y aumentar sus márgenes. Esto significa que ya no tienen tanta presión para generar ingresos a través de comisiones.
Desde entonces, Sabadell ha reducido la proporción de clientes que pagan comisiones del 39% al 11% en un año. En BBVA, el 80% de los clientes están exentos de pagar comisiones, y en Santander, el 55% de los clientes en España están vinculados al banco y tampoco pagan comisiones.
Las fuentes financieras consultadas destacan que las comisiones son uno de los cargos que más rechazo generan entre los clientes. Una vez que se ha recuperado el negocio, los bancos buscan retener y captar clientes mediante políticas de comisiones más bajas. El objetivo de las entidades es que el negocio que el cliente les proporciona sea suficiente para cubrir, al menos, los costos asociados con el mantenimiento de la cuenta de ahorro.
«Vamos a cobrar menos comisiones. Las comisiones son los cargos que menos les gustan a los clientes. Si mantienen su cuenta corriente con una remuneración baja o sin remuneración es porque esperan recibir buenos servicios. Por lo tanto, el primer objetivo en términos de satisfacción del cliente es reducir las comisiones», expresó César González-Bueno, consejero delegado de Sabadell, durante la presentación de los resultados anuales del banco en enero pasado.
«Las comisiones han disminuido en los últimos años. Es importante destacar que estamos en un mercado altamente competitivo y tomaremos decisiones en función de lo que el mercado vaya haciendo», señaló Héctor Grisi, CEO de Santander.
Esta reducción de comisiones también se ha reflejado en los estados financieros de los bancos. Mientras que los ingresos han aumentado a tasas de dos dígitos impulsados por el margen de interés debido a las subidas de los tipos de interés, los ingresos por comisiones se han mantenido estables o incluso han disminuido, a pesar del aumento de la actividad, especialmente en la suscripción de fondos de inversión y la contratación de seguros, según explican fuentes de los bancos.
Además, es importante destacar que la banca española cobra el menor volumen de comisiones en comparación con la Unión Europea (UE), según datos de la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Mientras que en los bancos nacionales las comisiones representan aproximadamente el 30% de los ingresos totales, el promedio de las entidades de la UE es del 55%. La diferencia es aún mayor en países del entorno económico comparable. En la banca alemana, el 51,5% de los ingresos provienen de comisiones, en las entidades italianas el 53,5%, y en las francesas el 55,5%.