La carrera por remunerar los depósitos coge ritmo entre las empresas. La ofensiva parte ya de forma generalizada desde la gran banca (Banco Santander, BBVA, CaixaBank y Banc Sabadell) y jugadores extranjeros como el alemán Deutsche Bank y los franceses BNP Paribas y Société Générale, pero está dirigida aún a grandes corporaciones sin que permee todavía al segmento de las pymes ni sea generaliza.
Según las distintas fuentes contactadas por este medio, su prisma continúa siendo, sobre todo, defensivo. Se aplica para atender demandas de retribución de clientes corporativos, pero en las últimas semanas la oferta se ha abierto en respuesta a la irrupción de propuesta más agresivas de entidades extranjeras, pues en el resto de Europa el pago se inició antes.
Existen propuestas que superan el 3%, por ejemplo en los depósitos en dólares
Por ahora, los pagos rondan entre el 1% y el 2% de media por los depósitos. Existen, eso sí, propuestas concretas que alcanzan el 3% en, por ejemplo, cuentas que tengan sus reservas en dólares en lugar de en euros, explica el director financiero de una multinacional automovilística.
No obstante, en las últimas semanas se ha producido el hecho de que no solamente se retribuye el dinero a plazo, sino que se dan compensaciones para depósitos muy líquidos, con ofertas a periodos tan cortos como una semana, un mes o un trimestre. Una compañía del sector inmobiliario cifra en una bonificación del 1,5% a tres meses la condición general de sus depósitos.
Coinciden desde una empresa del sector energético que trabaja habitualmente con Deutsche Bank, Banco Santander y CaixaBank, y que está viendo remunerado hasta sus depósitos a la vista. Entre los diferentes tipos de productos, su rentabilidad supera ya el 2% medio.
El proceso arrancó más tarde en España que en otros países europeos, por lo que muchos de los beneficiados son filiales de grandes grupos continentales. Sin embargo, las grandes empresas que están en conversaciones con las entidades ya exigen que se les remunere visto el clima general. La política se mantiene solo en las oficinas de banca corporativa y no ha llegado a la ventanilla que tocan la mayor parte de compañías.
Los pagos trajeron una contraprestación. Los dirigentes financieros consultados lamentan que a cambio de las remuneraciones se ha producido un encarecimiento del circulante. Ya no solo de los tipos de interés sino de las condiciones de acceso. Por ello, no existe unanimidad en que la ecuación haya salido positiva para el sector.
La retribución a la liquidez de las empresas contrasta con la actitud mantenida con el usuario particular donde la gran banca sigue sin apostar por los depósitos a pesar de que las entidades extranjeras y online abrieron pugna hace meses con propuestas que hoy rondan entre el 2% y el 3% para imposiciones a 12 meses, en muchos casos.
Los bancos se resisten a remunerar a los clientes particulares
La propuesta de las grandes entidades para particulares se ha circunscrito hasta ahora a fondos de inversión, planes de pensiones o seguros, limitando las condiciones del 2-3% en depósitos o propuesta similares a clientes vips o de banca privada con grandes patrimonios.
Sin embargo, la situación podría cambiar en pocas semanas y normalizarse a la vuelta del verano simplemente para conservar los holgadísimos colchones de liquidez que disfrutan las entidades. Sus huchas cubren hasta un 150-200% la exigencia regulatoria, pero es susceptible de diluirse en parte cuando las entidades devuelvan al Banco Central Europeo (BCE) las líneas de financiación anticrisis TLTRO en junio, algo que a ojos de algún observador podría actuar de acicate para que algún gran banco desempolve los depósitos retribuidos y obligue al resto a reaccionar.
La avanzadilla hacia esta remuneración generalizada sería, en parte, la situación con empresas, aunque aún sean propuestas cliente a cliente y con corporaciones de gran dimensión. La gran banca comenzó a recuperar las bonificaciones de la liquidez a algunos clientes institucionales, de hecho, en los últimos meses de 2022 y después de cuatro años sin retribuirla, de forma muy puntual y selectiva. Fue dar la vuelta a la situación existente desde que en 2019 inició el cobro a empresas y clientes institucionales por custodiar unos fondos que a las entidades les costaba un 0,5% dejar en depósito en la ventanilla del BCE.
Cuando el organismo puso fin a los tipos de interés negativos en julio, las entidades dejaron de penalizar la liquidez, pero los primeros pagos tardaron meses y su llegada pasó de ser muy restrictiva y puntual a cierta generalización actual, con la concurrencia de los grandes operadores nacionales y en competencia con los grandes jugadores.
Las estadísticas del Banco de España reportan desde hace meses la inflexión: en febrero las entidades ofrecían de media un 1,97% TERD (similar a la TAE sin comisiones) por el dinero nuevo de empresas atraído a plazos inferiores al año y un 2,10% cuando el dinero se inmoviliza entre 1 y dos años. Justo un año atrás no pagaban nada por estas últimas imposiciones y cobraban un 0,20% el depósito a menos de 12 meses. Ese giro, provocó que la banca aumentase un 65% la captación de dinero nuevo (sumaron 167.611 millones) y duplicasen el ritmo mensual de captación.
