¿Se acerca una nueva burbuja inmobiliaria?

En EEUU las hipotecas ya están al 4%, y empieza a preocupar. Los problemas para comprar una vivienda están empujando a contratar cada vez más hipotecas. De hecho, estas nuevas hipotecas son muy parecidas a las hipotecas variables que se contrataban en España antes de la crisis de 2008.

El resurgimiento del interés por las hipotecas de tipo ajustable (ARM) puede suscitar dudas sobre si el mercado de la vivienda esté repitiendo algunas de las tendencias de 2006, cuando los precios de las viviendas se dispararon a medida que los compradores se hacían con las propiedades y los bancos se peleaban por conceder préstamos. No obstante los analistas financieros señalan que hay algunas diferencias entre el actual auge de la vivienda y el de 2006, como las normas de préstamo más estrictas de los bancos.

Las normas de concesión de hipotecas son más cautelosas hoy que durante la burbuja inmobiliaria de 2006. En la carrera inmobiliaria de hace más de una década, algunos bancos concedían los llamados «préstamos mentirosos», o hipotecas que requerían poca o ninguna documentación de los ingresos. Hoy en día, los bancos exigen a los compradores que verifiquen sus ingresos para poder optar a un préstamo.

Las hipotecas de tipo variable, que en EEUU siempre fueron una minoría en el mercado, tuvieron mala fama durante la burbuja inmobiliaria porque se ofrecieron a algunos compradores que no podían optar a una hipoteca convencional. Como el tipo de interés inicial era más bajo, los prestamistas estaban más dispuestos a conceder los préstamos. Esto se convirtió en un gran problema cuando el mercado de la vivienda se desplomó y los tipos de interés fueron más altos de lo que los compradores no podían soportar. En EEUU basta la entrega de la vivienda como pago total de la hipoteca (a diferencia que en España en donde el hipotecado sigue con parte de la deuda).

Hoy en día, los bancos se aseguran de que los prestatarios puedan hacer frente a las hipotecas de tipo variable, incluyendo la posibilidad de que sus ingresos puedan absorber un tipo más alto una vez que expire el periodo inicial. Aunque el porcentaje de hipotecas con tipo de interés variable está aumentando, sigue estando muy por debajo de lo que era a mediados del boom inmobiliario de la década de 2000, cuando más de la mitad de las nuevas hipotecas eran préstamos con tipo de interés variable.

Esperemos que no se repita de nuevo una crisis como la del 2006 pero de momento los ingredientes que estamos cocinando son muy similares, precios de la vivienda disparados y tipos de interés al alza. ¿Será esta vez distinto?

 

Fuente: www.euribor.com.es

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